Ligado siempre a la edición de publicaciones infantiles, Takei Takeo (1894-1983) es material del bueno, sin adulterar, que baja directo de tus ojos al corazón. Siempre citaba a Yumeji como referente, pero se le empezó a ir la pinza y a pintar cosas rarísimas encima de cualquier cosa, lo que entonces se comenzaba a llamar vanguardia, y hoy comúnmente entendemos por dibujos flipantes. Bautizó como kampón a sus libros artesanales en series limitadas, que luego vendería en pequeños cofres hoy inaccesibles para el común de los mortales. Dicho lo cual, si alguno me quiere regalar su obra maestra Lab of Ornithology, y dejar mis retinas tornasoladas, ya os digo que me parecerá un detallazo.
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